El IES Siete Palmas celebra el Día de la Niña y la mujer en la ciencia con una exposición y gamificación

El eje PIDAS de Igualdad del IES Siete Palmas ha organizado para conmemorar mañana el Día de la Niña y la mujer en la ciencia una exposición, promovida por la Iniciativa Comunitaria EQUAL del Fondo Social Europeo, dentro del proyecto EQUAL FUTUR@ de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. Juan Antonio Ríos, coordinador del eje, asegura que es «necesario estimular las vocaciones científicas en todas sus áreas desde el ámbito educativo, no solamente para los niños, sino también para las niñas».

La exposición se compone de nueve paneles infográficos, que permanecerán expuestos desde mañana miércoles, 7 de febrero, a la hora del recreo, hasta el próximo viernes, 16 de febrero, en la entrada del centro. Estos paneles recogen la presencia de la mujer en la historia de la ciencia y la tecnología. Ríos afirma que «aún a pesar de que ha habido un gran aumento de niñas estudiando Ciencias, cuando llegan al mercado laboral, se produce un embudo en el que pierden las oportunidades de trabajar debido al techo de cristal que todavía sigue existiendo».

Si nos lees y no eres miembro de la comunidad educativa, no te quedes con las ganas de leer estos paneles en el siguiente PDF.

¿Por qué es necesario celebrar esta efeméride?

Techo de cristal: Aunque las mujeres pueden tener el mismo nivel educativo que los hombres, a menudo encuentran barreras invisibles en su carrera profesional que les impiden alcanzar posiciones de liderazgo o de alta responsabilidad. Este «techo de cristal» es menos evidente en las etapas iniciales de la carrera científica, pero se vuelve más pronunciado en niveles superiores, limitando el acceso de las mujeres a roles de toma de decisiones.

Brecha salarial: Incluso en campos científicos, las mujeres a menudo enfrentan una brecha salarial en comparación con sus colegas masculinos. Este desequilibrio no solo es injusto, sino que también desincentiva la participación femenina en la ciencia, perpetuando la idea de que es un campo menos acogedor para ellas.

Cúpula de poder masculino: Las estructuras de poder dentro del mundo académico y
científico tienden a estar dominadas por hombres. Esto puede influir en las prioridades de
investigación, la asignación de recursos y las oportunidades de mentoría, favoreciendo en
ocasiones los intereses y perspectivas masculinas y perpetuando un ciclo de exclusión.

Sesgo de género en la investigación: El sesgo de género en la ciencia no afecta solo a quién realiza la investigación, sino también a cómo se realiza. Las perspectivas y experiencias de las mujeres son cruciales para asegurar que la investigación científica sea integral y representativa de toda la población.

Conciliación de la vida familiar y laboral: Las mujeres a menudo enfrentan expectativas desproporcionadas respecto a las responsabilidades familiares y de cuidado, lo que puede impactar negativamente en su carrera científica. Abordar este desequilibrio es fundamental para crear un campo de juego nivelado.

Efecto Matilda: Este término describe la tendencia a ignorar o minimizar las contribuciones de las mujeres científicas en favor de atribuir sus logros a colegas masculinos. Reconocer y corregir este sesgo es vital para asegurar que las contribuciones femeninas sean justamente valoradas.

Necesidad de modelos a seguir: La falta de visibilidad de las mujeres en posiciones de
liderazgo científico perpetúa la falsa percepción de que las mujeres son menos capaces en
estos campos. Destacar y celebrar los logros de las mujeres en la ciencia proporciona
modelos a seguir inspiradores para las futuras generaciones.

Equilibrio histórico: A lo largo de la historia, las contribuciones de las mujeres en la ciencia han sido frecuentemente invisibilizadas o minimizadas. Dedicar un día para reconocer sus logros ayuda a equilibrar la narrativa histórica, destacando que hombres y mujeres han contribuido por igual al avance del conocimiento científico.

Visibilidad como herramienta de inspiración: Ver ejemplos de mujeres científicas puede inspirar a las estudiantes y demostrarles que la ciencia no es un campo exclusivo de los hombres. Esto es crucial para fomentar la igualdad de género en campos STEM (ciencia,
tecnología, ingeniería y matemáticas), donde las mujeres están subrepresentadas.

Desafiar estereotipos: Celebrar el día de la mujer y la niña en la ciencia ayuda a romper con los estereotipos de género que asocian las capacidades científicas o matemáticas
exclusivamente con los hombres. Este tipo de iniciativas promueve una visión más inclusiva y diversa de lo que significa ser científico/a.

Igualdad de oportunidades: Reconocer los obstáculos específicos que las mujeres han
enfrentado y continúan enfrentando en el campo de la ciencia es esencial para desarrollar
políticas y prácticas que aseguren la igualdad de oportunidades para todos,
independientemente de su género.

Enriquecimiento de la ciencia: La diversidad en la ciencia no solo es una cuestión de justicia o equidad; también enriquece el campo de investigación. Diferentes perspectivas pueden llevar a enfoques innovadores y a la solución de problemas de manera más creativa y efectiva.

Celebrar a los hombres en la ciencia: Se puede argumentar que los hombres en la ciencia ya reciben amplio reconocimiento a lo largo del año en libros de texto, medios de
comunicación y premios científicos. El 11 de febrero no excluye la celebración de los logros de los hombres, sino que complementa la narrativa incluyendo a aquellas que históricamente han sido omitidas.

Construcción de una sociedad equitativa: Promover la igualdad de género en la ciencia no solo beneficia a las mujeres, sino a la sociedad en su conjunto. Una sociedad que valora y
utiliza plenamente el potencial de todas sus personas es más justa, innovadora y próspera.

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